Crecimiento, diferenciación, morfogénesis; uso de reguladores

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Crecimiento de las plantas.

El establecimiento de las plantas ocurre cuando se terminan las reservas alimenticias almacenadas en las semillas y las plantas tienen que empezar a desprender de los recursos del medio. Éste es el momento más crítico de la vida de una planta.


Durante el crecimiento, la formación de los tejidos de las plantas sigue básicamente tres pasos: la división (o mitosis) de las células embrionarias para formar nuevas células, el agrandamiento y/o alargamiento de estas células y su diferenciación final en células con una función específica, ya sean vasos, células fotosintéticas, almacenadoras, epidérmicas, etc., que desempeñarán su función durante el resto de su existencia ya sea en forma viva o no, dependiendo de cuál sea el tejido u órgano que se esté desarrollando.


Diferenciación en las plantas.


Las células aún no diferenciadas o "merismáticas" se transforman en células funcionales creciendo y alargándose. 


Su pared celular se engruesa y su contenido citoplásmico se modifica de diferentes maneras, dependiendo de la función que finalmente tendrá la célula que se está formando en cada nuevo tejido de la planta. 


A) Vaso conductor de savia.


 B) Célula del tejido fotosintético.


Mientras existan células juveniles sobrevivientes en una planta, ésta podrá continuar creciendo sin importar cuán vieja sea; por eso es posible que existan árboles gigantescos de muchos cientos de años de edad, ya que algunas de sus células siguen siendo siempre jóvenes.


En todas las células diferenciadas la pared celular es más gruesa y rígida que en las células embrionarias. 


En algunos tipos de células los cambios que ocurren en su interior determinarán si éstas van a funcionar finalmente como una célula fotosintética en las hojas, o una célula epidérmica como las que cubren la superficie de hojas, ramas y tallos verdes, una célula estomática, un pelo absorbente de la raíz, una célula almacenadora de alimentos.


En los troncos de los árboles sólo se mantiene viva una delgada capa de células indiferenciadas y de vasos de floema que se encuentra por debajo de la corteza. 


Esta capa da lugar a las células que habrán de transformarse en los componentes del leño y de la corteza, originándose en ella el crecimiento en grosor de un tronco o de una rama leñosa.


Así tendremos que el centro de un tronco es mucho más viejo que su superficie, pues la capa de células meristemáticas está entre la corteza y el leño.


Morfogénesis de las plantas.


Se define como la formación o la génesis de órganos y comprende el crecimiento y la diferenciación celular. Esta plasticidad celular se conoce como totipotencia celular. La respuesta morfo genética puede manifestarse siguiendo dos rutas alternativas: la organogénesis y la embriogénesis.


En un vegetal las formas se van desenvolviendo en etapas graduales de cambios estructurales perfectamente ordenados que van organizando. Los cambios de diseño están programados en el genoma pero la expresión está controlada por precisos mecanismos endógenos y señales específicas del ambiente.


En biología del desarrollo, la fotomorfogénesis es un desarrollo mediado por la luz, donde los patrones de crecimiento de las plantas responden al espectro de la luz. Este es un proceso completamente separado de la fotosíntesis donde la luz se usa como fuente de energía.


Uso de reguladores.


Los reguladores del crecimiento vegetal son sustancias que actúan sobre el desarrollo de las plantas y que, por lo general, son activas a concentraciones muy pequeñas.


Aunque estas fitohormonas tienen efecto por si solas, la combinación con otras provoca una variada respuesta en las plantas.


Las sustancias consideradas como fitohormonas son: auxinas, giberelinas, citocininas, ácido abcísico y etileno, aunque también se incluyen en ocasiones a brasinosteroides, acido salicílico, jasmonatos, sistemina, poliaminas, óxido nítrico y péptidos señal.

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