Sistema respiratorio

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¿Qué es el sistema respiratorio? ¿Para qué sirve el sistema respiratorio?



Se conoce como sistema respiratorio o aparato respiratorio al conjunto de los órganos y conductos del cuerpo de los seres vivientes que les permiten intercambiar gases con el medio ambiente en donde se encuentran.


El sistema respiratorio sirve para respirar, es decir, coger el oxígeno del aire y soltar el dióxido de carbono. Este sistema también ayuda a mantener el balance entre ácidos y bases en el cuerpo a través de la eficiente remoción de dióxido de carbono de la sangre.


El hombre utiliza respiración pulmonar, su sistema respiratorio consta de: 


  • Sistema de conducción: fosas nasales, boca, epiglotis, faringe, laringe, tráquea, bronquios principales, bronquios lobares, bronquios segmentarios y bronquiolos.
  • Sistema de intercambio: conductos y los sacos alveolares. El espacio muerto anatómico, o zona no respiratoria (no hay intercambios gaseosos) del árbol bronquial incluye las 16 primeras generaciones bronquiales, siendo su volumen de unos 159 ml.


Órganos del aparato respiratorio. 

El aparato respiratorio del ser humano se compone de las siguientes partes: fosas nasales, senos paranasales, faringe, laringe, tráquea, bronquios, pulmones, músculos intercostales, diafragma y pleura.


Fosas nasales.



Los agujeros en la nariz, en donde todo inicia. Por ellos penetra el aire, filtrado por una serie de vellosidades y mucosas que impiden el acceso a desechos sólidos y otros elementos no gaseosos.


Senos paranasales.


Los senos paranasales son cavidades llenas de aire, de diferente tamaño y forma según las personas, que se originan al introducirse la mucosa de la cavidad nasal en los huesos del cráneo contiguos y, por tanto, están tapizadas por mucosa nasal, aunque más delgada y con menos vasos sanguíneos que la que recubre las fosas nasales. 


Faringe.


La faringe, o garganta, tiene forma de embudo. Durante la respiración, permite el paso de aire entre la laringe y la tráquea y las cavidades nasales y la bucal. 


La faringe incluye tres regiones: 


La nasofaringe es posterior a la cavidad nasal y funciona sólo como conducto para el paso de aire. La orofaringe es posterior a la cavidad bucal y contiene las amígdalas palatinas. Tanto el aire como los alimentos ingeridos pasan a través de la orofaringe y la laringofaringe que se encuentra por debajo. la laringofaringe se ubica posterior a la epiglotis y se conecta con la laringe (por arriba) y el esófago (por debajo). Cuando respiramos, la epiglotis permanece arriba y el aire pasa libremente entre la laringofaringe y la laringe. 


Laringe.


Conducto que conecta la faringe con la tráquea y los pulmones, y en el que se encuentran tanto las cuerdas vocales, como la glotis (campanilla) y una serie de músculos que en caso de obstrucción actúan por reflejo despejando el camino.


Tráquea.


El trecho final del conducto, que conecta la laringe y los pulmones. Posee un conjunto de cartílagos en forma de C que mantienen el conducto abierto ante la compresión externa. 


La tráquea es un tubo de menos de 2,5 cm de diámetro, cubierto por anillos cartilaginosos. Se extiende desde la parte inferior de la laringe y desciende por detrás del esternón, hasta que se ramifica en tubos más pequeños, los bronquios. 


Bronquios.


Los bronquios principales son dos tubos formados por anillos completos de cartílago hialino, uno para cada pulmón, y se dirigen hacia abajo y afuera desde el final de la tráquea hasta los hilios pulmonares por donde penetran en los pulmones. El bronquio principal 11 derecho es más vertical, corto y ancho que el izquierdo lo que explica que sea más probable que un objeto aspirado entre en el bronquio principal derecho.


Pulmones.


Los órganos principales de la respiración, son dos grandes sacos que se llenan de aire y permiten el intercambio gaseoso entre aire y sangre. Para ello, poseen bronquios (conductos para el aire hacia los bronquiolos), bronquiolos (conductos más estrechos entre los bronquios y los alvéolos) y finalmente, los alvéolos pulmonares (conductos aún más estrechos, de pared unicelular, que permite el paso del oxígeno a la sangre).


Músculos intercostales.


Una serie de músculos en el tórax que lo movilizan durante la respiración. 


Los músculos intercostales agrupan a las láminas musculares que ocupan los espacios comprendidos entre dos costillas vecinas. Estos músculos son muy importantes dentro del grupo de los músculos torácicos en el proceso fisiológico de la respiración. Se ubican en la parte anterior y lateral del tórax y su función es actuar en los movimientos respiratorios.


Diafragma.


El músculo que separa el abdomen del tórax, es el responsable de la inhalación y exhalación: se contrae y baja, ampliando la caja torácica. Luego se relaja y sube, comprimiendo el torno y echando afuera el aire.


Pleura.


Son membranas serosas, es decir, que tapizan una cavidad corporal que no está abierta al exterior y recubren los órganos que se encuentran en su interior que, en este caso, son los pulmones. Una serosa consiste en una fina capa de tejido conjuntivo laxo cubierta por una capa de epitelio escamoso simple y como el tipo de epitelio es siempre el mismo en todas las serosas, se le da el nombre genérico de mesotelio al epitelio de una serosa.


Funciones principales del sistema respiratorio.


La función principal del sistema respiratorio es orquestar los procesos de toma de oxígeno desde el exterior mediante mecanismos de ventilación y respiración celular. Uno de los desechos del proceso es el dióxido de carbono que llega al torrente sanguíneo, pasa a los pulmones y es eliminado del cuerpo hacia la atmósfera. 


El sistema respiratorio es el encargado de mediar todas estas funciones. Específicamente se encarga de filtrar y humidificar el aire que entrará al organismo, además de filtrar moléculas no deseadas. 


La respiración involucra los siguientes eventos:


  • Ventilación.
  • Intercambio gaseoso.
  • Transporte de gases.

Enfermedades del sistema respiratorio.

El sistema respiratorio es susceptible de enfermedades como: asma, resfriados, infecciones, neumonías o bronquitis.


Asma.


Es una patología que afecta a las vías respiratorias, provocando su hinchazón. En un ataque de asma, los músculos que rodean a las vías se inflaman y la cantidad de aire que puede ingresar al sistema disminuye drásticamente.


Resfriados.


La enfermedad más común del tracto respiratorio, se debe a la presencia de virus en las etapas superiores (externas) del sistema, por lo que son combatidos por las mucosas mediante estornudos, secreciones, fiebre, etc.


Infecciones.


La presencia de bacterias en el tracto respiratorio, ya sea en las etapas superiores (faringitis, laringitis) o en los pulmones (pulmonía o neumonía) suele requerir tratamiento con antibióticos y reposo, ya que ocasiona fatiga y descenso de la eficacia de la respiración.


Neumonías.


Las neumonías son infecciones de los pulmones y pueden ser causadas por una variedad de microorganismos, incluyendo bacterias como Streptococcus pneumoniae, Staphylococcus aureus, Haemophilus influenzae, Mycoplasmas pneumoniae y Chlamydias pneumoniae, virus u hongos como Pneumocystis jiroveci.


Bronquitis.


La bronquitis se presente como un proceso inflamatorio de los conductos que llevan oxígeno a los pulmones, causada por una infección o por otros motivos. Esta enfermedad se clasifica en aguda y crónica. Dentro de los síntomas están el malestar general, la tos con mucosidad, dificultad para respirar y presión en el pecho.

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